A veces, todo se combina en un viaje, la gente, los paisajes, el momento, para que te enamores de los viajes. El norte de Perú es remoto, logísticamente difícil y muy alejado del recorrido turístico habitual. Es difícil moverse, sin vuelos internos y largos y arduos viajes por carretera. Sin ...
A veces, todo se combina en un viaje, la gente, los paisajes, el momento, para que te enamores de los viajes. El norte de Perú es remoto, logísticamente difícil y muy alejado del recorrido turístico habitual. Es difícil moverse, sin vuelos internos y largos y arduos viajes por carretera. Sin embargo, se compensa con lugares como Ancash (https://seturismo.pe/ancash/) , la libertad, el amazonas, entre otros.
Sin embargo, haga un esfuerzo para viajAR al norte de Perú , y las recompensas seran extraordinarias: impresionantes paisajes de montaña , vastos desiertos , bosques nublados brumosos y tres sitios nombrados como Patrimonio de la UNESCO .
El verdadero desafío era convencer a que mi grupo viniera conmigo. Había estado antes, así que sabía lo que había en este lugar. Me maravillé de los sitios arqueológicos precolombinos vacíos , miré los picos nevados de la Cordillera Blanca , la cordillera tropical más alta del mundo, y me deleité con los colibríes y las vastas cascadas en Chachapoyas.. Pero, hasta hace poco, nunca había recomendado el área a viajeros internacionales de alto nivel. El verdadero lujo aún no ha llegado a esta parte del Perú, pero lo que le falta en los hoteles de lujo lo compensa con visitar lugares con casi ningún turista. Mientras que el sur del Perú sufre de turismo excesivo, el norte está felizmente vacío. .
Un viaje de maravillas. Nuestro itinerario por el norte del Perú abarcó todo, desde la costa desértica y sus sitios antiguos ( Caral, Chan Chan y Huaca de la Luna ), hasta los picos de la Cordillera Blanca y la montaña más alta del Perú, Huascarán, a 6.768 m. Luego estaba el espeluznante Cañón del Pato, una ruta de 85 km que atraviesa 42 túneles desde los Andes hasta la costa, y el bosque nuboso, lleno de follaje, y las ciudades monumentales y los sitios funerarios de los Chachapoyas. Y, finalmente, la selva amazónica de tierras bajas, donde algunos de nosotros terminamos nuestro viaje con cuatro días de lujo a bordo del Delfin III , navegando por el río Amazonas.
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