Pensándolo bien, desde un punto de vista político, el hecho de que el Jefe de Gobierno de este presunto país, aunque sea elegido mediante un procedimiento suficientemente democrático, y definido de antemano, sea al mismo tiempo su Rey. Muchos no comprendemos cual es su utilidad ni sus funciones. Es posible ...
Pensándolo bien, desde un punto de vista político, el hecho de que el Jefe de Gobierno de este presunto país, aunque sea elegido mediante un procedimiento suficientemente democrático, y definido de antemano, sea al mismo tiempo su Rey. Muchos no comprendemos cual es su utilidad ni sus funciones.
Es posible que sea una muestra de ingenuidad, pero a estas alturas de la Historia humana, cualquiera esperaría que la forma de gobierno del primer país espacial, o como se llame, no fuera la de una de las formas de gobierno más atrasadas y antiguas. Una forma que desde los más remotos tiempos, ha sido discutida, bien por ser ineficaces sus logros, o bien por resultar ser generadoras de problemas (in) necesarios, sin contar con la evidencia que esta forma de gobierno político se relaciona directamente con otras, en las que se prescinde generalmente de cualquier asomo de democracia. Aparte de la evidente y comprobada tendencia de la proliferación de corrupciones de variada etiología con que nos encontramos de vez en cuando, no solo últimamente.
Por otro lado, aunque no siempre fue así, pues las excepciones existen aun en las monarquías, no son estas lo suficientemente abundantes ni lo suficientemente beneméritas como para que se justifique imponer que la primera nación del espacio tenga que ser la primera monarquía espacial.
Uno imagina, al entrar aquí asumiendo como creíbles (de antemano y sin sospechar) las palabras bienintencionadas con que se nos describe Asgardia (La Nación del Espacio) y cree que lo de Monarquía Asgardiana, no es más que un buen chiste. Porque si lo miramos con mente abierta podríamos proponer una monarquía en donde el rey fuera elegido, cada cierto tiempo por ejemplo (o cuando meta la pata). Y pocos censuraran con esto que se aceptase como forma política dicha (contradictoria) condición, la de elegir al Rey. Aunque esa misma mente abierta nos señala que seria lo mismo que elegir un Presidente de la Monarquía Argardiana…. Algo que se simplifica llamándolo República, pero como tenemos la mente abierta, quizás podríamos consolarnos pensando que con este arreglo contradictorio estamos haciendo una declaración de principios asgardiana, por la que todos sabríamos que nos negamos (debemos hacerlo si queremos vivir en el espacio) a aceptar aquello que sabemos que es perjudicial, así como que se puede cambiar, subvertir, o desactivar una amenaza (cualquier amenaza), sin necesidad de usar la fuerza, o provocar daño, dolor y sufrimiento.