Nada pasa por casualidad , ningún encuentro, ninguna mirada con la que nos cruzamos a lo largo de la vida. Cada persona que se cruza, trae consigo una lección importante, algo que nos hace falta aprender para poder seguir adelante
Cada una de esas personas ...
Nada pasa por casualidad , ningún encuentro, ninguna mirada con la que nos cruzamos a lo largo de la vida. Cada persona que se cruza, trae consigo una lección importante, algo que nos hace falta aprender para poder seguir adelante
Cada una de esas personas con la que tenemos contacto, son personas con las que previamente se dice que hemos establecido un “ Acuerdo de Almas ”. ¿Qué cosa es eso? Bueno, significa que tiempo atrás estando en el plano donde nos encontramos antes de nacer, en el Reino de las Almas, prometimos tener un encuentro especial en el plano terrenal. Prometimos compartir un momento de la vida, modelar la experiencia, encontrarnos.
Estos acuerdos son compromisos para hacer crecer nuestra alma al encontrarse con otra . Una vez pactado, si emprendimos nuestro viaje al mundo terrenal, esperamos de forma inconsciente esa alma con la que hicimos el pacto. Es el motivo por el cual en ocasiones sentimos una extraña conexión con otra persona, aun si no entendemos porqué la necesitamos en nuestra vida es como si la hubiéramos estado buscando.
Cada alma cuenta con su misión , algunas vienen al mundo para traer belleza, para ser fuertes, para brindar consuelo, para enseñar sobre paciencia, tolerancia, algunas para morir jóvenes y dar una lección a través de su pérdida, otras para vivir muchos años y así instruirnos con su sabiduría. Sin importar el rol que nos haya tocado jugar en la vida todos formamos parte de un mismo Destino Espiritual que nos ayuda a que nuestra alma crezca y así dirigirnos juntos a la unión final.
Así que recuerda, cada persona que conocemos, en situaciones buenas o malas, por un momento largo o un momento breve; cada relación que establecemos de la índole que sea, forma parte de una pequeña escena en el eterno conjunto cuyo fin es el Desarrollo del Alma .
De este modo, podemos asombrarnos y comprender el porqué no todas las personas forman parte de nuestra vida eternamente sino que se van una vez que cumplen un propósito. Algunos pactos son cortos y otros eternos, cada una de las personas entran en contacto con nuestra alma y la hacen crecer; no podemos ver ningún encuentro como un error o un fracaso en la vida, es más bien una lección.
Cada lección nos acerca más a nuestro rol, una aproximación a nuestra misión y a la realización del Plan Perfecto para el cual llegamos a la vida terrenal. Nadie es un extraño, sólo falta recordar porqué hicimos ese Acuerdo de Almas y ubicar, no el por qué sino el para qué de nuestro cruce de destinos.
¿Sabes qué es la resiliencia ? ¿Quieres aprender a ser más resiliente?
A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, ...
¿Sabes qué es la resiliencia ? ¿Quieres aprender a ser más resiliente?
A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.
Resiliencia: definición y significado
La resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia : no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.
A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.
Resiliencia: definición y significado
La resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia : no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.
La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?
La resiliencia no es una cualidad innata , no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida . Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen , lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.
¿Qué caracteriza a una persona resiliente?
Las personas que practican la resiliencia :
- Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
- Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
- Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
- Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
- Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
- Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
- Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
- No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
- Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
- Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
- Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
- Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
La resiliencia en los niños
Si queremos que nuestros hijos afronten las dificultades de la vida con fortaleza es importante educarles en la capacidad de ser resilientes , para ello es fundamental nuestro ejemplo, no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en que ellos pueden. Por supuesto, tampoco se trata de exponerles a peligros o ambientes agresivos “para que se hagan más fuertes”, afortunadamente no estamos en Esparta. Aportar seguridad y protección es necesario. Algo importante que podemos preguntarles a los niños cuando tienen un contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la resiliencia es ¿qué puedes aprender de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido?
La espiritualidad une y las religiones dividen. Quejarse es perder el tiempo. Hay mucho que aprender. A partir de los 40 años empieza lo mejor, si eres
capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti.
Entonces te entran ganas ...
La espiritualidad une y las religiones dividen. Quejarse es perder el tiempo. Hay mucho que aprender. A partir de los 40 años empieza lo mejor, si eres
capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti.
Entonces te entran ganas de convertirte en bruja. Una bruja es una persona con poder personal. Las brujas sabias dicen la verdad con compasión, y
no comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes. Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser brujas,
los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.
Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden
con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, no imploran, ríen. Tienen buena mano con
las plantas. Y también con los animales. Primero aprenden a amar lo que hacen, luego alientan a otros al crecimiento. Saben reconocer lo frágil y lo
que tiene valor, y también lo que debe ser podado.
Cuanta más edad, más camino aprendido. La observación compasiva de la vida de los demás te enseña mucho, y las mujeres sabias se pasan mucho
tiempo observando. Hay casos, pocos, de sabias a partir de los 30 o 35, pero esas a los 60 son increíbles. Las mujeres tienen la oportunidad de
cambiar el mundo en las próximas décadas, pero si no lo hacen ahora, probablemente ya no lo harán. Yo aliento a las mujeres a formar círculos que
tengan un componente espiritual. Simplemente escuchando los problemas, anhelos y miedos de otras mujeres y contando los tuyos, adquieres
fuerza.
Cuando uno/a está sentado en círculo y en silencio, se da cuenta de que hay una conexión espiritual con poder transformador. La espiritualidad, la
física cuántica y el budismo dicen lo mismo: Todo y todas estamos conectados y, por tanto, lo que cada uno/a haga influye en el mundo”.
Si las mujeres estuvieran implicadas en los procesos de paz, todo sería más fácil, ¡pero si los que negocian son machos alfa! Estamos llenas de
recursos poderosísimos a los que no prestamos atención, como el conocimiento intuitivo. Poderes que se pueden desarrollar en los círculos. A
continuación te dejamos las reglas de las mujeres sabias, tomado del libro: “Las Brujas no se quejan” de Jean Shinoda.
13 Reglas de las mujeres sabias
1. Las mujeres sabias no viven quejándose, generan cambios.
2. Las mujeres sabias son atrevidas.
3. Las mujeres sabias tienen buena mano con las plantas.
4. Las mujeres sabias confían en su intuición y respetan la de los demás.
5. Las mujeres sabias meditan diariamente y están en comunión con su interioridad.
6. Las mujeres sabias defienden con firmeza lo que más les importa.
7. Las mujeres sabias disciernen su camino también con el corazón.
8. Las mujeres sabias dicen la verdad con compasión.
9. Las mujeres sabias escuchan su cuerpo.
10. Las mujeres sabias improvisan y juegan.
11. Las mujeres sabias no imploran de manera dependiente.
12. Las mujeres sabias se ríen juntas.
13. Las mujeres sabias saborean lo positivo de la vida y lo comparten con sencillez.
“Sé auténtica, sé consecuente con tu persona interior y averigua qué quieres hacer con tu preciosa vida”
"El "sisu" te permitirá atravesar el granito", solía decir mi suegra.
Si miras las enormes áreas grises de granito que se extienden desde la edad de hielo por el campo y los bosques finlandeses, te darás cuenta de que atravesarlos no sería solo difícil, sino prácticamente imposible. ...
"El "sisu" te permitirá atravesar el granito", solía decir mi suegra.
Si miras las enormes áreas grises de granito que se extienden desde la edad de hielo por el campo y los bosques finlandeses, te darás cuenta de que atravesarlos no sería solo difícil, sino prácticamente imposible.
"Sisu" en finlandés significa fuerza, perseverancia en una tarea que para algunos puede parecer una locura, casi algo imposible de hacer.
Mi suegra vivió los bombardeos de la Guerra del Invierno (1939-1940), cuando Finlandia fue atacada por el ejército soviético, muy superior, pero se las arregló para oponer resistencia hasta lograr su independencia.
En 1940 el diario New York Times publicó un artículo titulado "Sisu: una palabra que explica Finlandia".
El origen de esta palabra está en "sisu", que literalmente significa en finlandés "entrañas" o "intestinos".
Pero, en qué consiste esta cualidad casi mítica que parece ser tan finlandesa?
"Es algo especial reservado para los momentos especialmente desafiantes. Cuando sentimos que estamos al final de lo que es nuestra capacidad preconcebida. Se podría decir que sis u es energía, determinación ante las adversidades que son más duras de lo habitual," explica Emilia Lahti, investigadora de sis u de la universidad Aalto de Helsinki.
El camino de fascinación de Lahti por el sis u responde a una historia personal de supervivencia y éxito después de una relación abusiva física y psicológicamente.
Además de investigadora se convirtió en una activista y una promotora del sis u .
"Todos tenemos momentos en los que tenemos que ir más allá de lo que creemos posible, más allá de la fortaleza física, emocional y psicológica. Y entonces tenemos una fuerza especial que nos permite continuar incluso cuando creímos que no podíamos", dice Lahti.
Para los finlandeses, esa "segunda corriente" de fuerza interna es el sis u .
¿Cuánto significado puede haber en una palabra?
La historia del concepto bien puede ayudarnos a entender su resonancia aún hoy en día en la cultura finlandesa.
En 1745, el obispo finlandés Daniel Juslenius, definió "sisucunda" en su diccionario como la ubicación dentro del cuerpo humano de donde vienen las emociones fuertes.
"Con la filosofía luterana esta palabra pasó a denotar más bien una característica negativa, para alguien que no sigue órdenes , alguien que no encaja", dice Lahti. Pero la idea de sis u finalmente fue valorada por los intelectuales como una cualidad particularmente finlandesa durante el periodo en el que se construía una nueva nación.
El sis u también se podría interpretar como la cohesión social que ayudó a definir la nación después de que Finlandia se independizara de Rusia en 1917.
"En la década de los 1920 necesitaban encontrar algún tipo de caracterización para Finlandia como una nación independiente. Así que el sis u fue algo muy positivo", destaca el historiador cultural Rauno Lahtinen, de la Universidad Turku.
"Nos dio la sensación de que tenemos algo positivo. Nos dio el porqué de nuestra supervivencia al frío como nación. Éramos una nación joven buscando ese tipo de imágenes de sí misma. Todo esto fortaleció la idea de que había algo especial en los finlandeses ".
Durante los últimos 100 años la historia finlandesa ha reforzado la noción del sis u como un rasgo particularmente finlandés.
Después de la Guerra de Invierno, Finlandia le pagó a la Unión Soviética honradamente el total de sus reparaciones, a pesar de la gran dureza que eso significó para la nación, y así evitó nuevas amenazas a su independencia.
El sis u capturó el sentimiento de la impresionante supervivencia del país.
La fuerza detrás de la heroicidad nacional
La palabra también se usa con frecuencia para explicar los logros deportivos de Finlandia y las hazañas de resistencia física.
Veikka Gustafsson se convirtió en un símbolo nacional del sis u en la década de los 90, después de convertirse en 1993 en el primer finlandés que subió a la cima del Everest.
Para 2009 había escalado las 14 cimas del mundo de más de 8.000 metros de altura sin portar oxígeno complementario.
Gustafsson se convirtió así en la novena persona de la historia en conseguirlo. También subió cimas en la Antártica y precisamente a una de ellas la bautizó como "Monte Sisu".
Pero Gustaffson no solo nombró una montaña a partir de ese concepto: ese es también el nombre de su hijo de 5 años, que durante un tiempo fue además la cara de un popular dulce finlandés llamado "pasteles o pastillas sisu".
Habiéndose convertido en la encarnación física del sis u , ¿a quién admira Gustaffson por tener esa cualidad?
"Si pienso en los Sherpa de Nepal, ellos tienen mucho, mucho sis u . Y creo que la gente de la etnia Balti, que nos ayudaron en las expediciones de Pakistán. Ellos también tienen mucho, mucho sis u ", dice.
El lado menos brillante del sisu
Pero a pesar de todo, el sisu también tiene sus desventajas.
Hasta el propio Gustafsson admite que el sisu denota un elemento de cabezonería .
"Yo hago lo mío. Si tienes sisu , no solo sobrellevas la adversidad sino que tienes lo que Emilia Lahti llama 'implacabilidad silenciosa'," dice Gustafsson.
El sisu también puede hacer que sea difícil admitir una debilidad .
"Es difícil pedir ayuda. Te arriesgas a perder algo de valor si admites una debilidad. Eso es un desafío en una cultura que le da tanto valor al sisu , me dice Emilia Lahti.
Si aguantas algo demasiado los resultados podrían ser malos: "Puedes acabar quemado". También le puedes hacer daño a otras personas si tienes demasiado sisu , advierte la experta.
"Es casi demasiado fácil imponerle a otras personas esta actitud tan cruel. Y es muy duro convivir con personas así".
Lahti destaca la importancia de combinar el sisu con la compasión, tanto hacia ti como hacia los demás.
Entretanto, el papel del sisu como un instrumento de cohesión social en Finlandia parece estarse reduciendo. No resulta tan atractivo para las generaciones más jóvenes.
Aino Niemi, un finlandés de 23 años, está de acuerdo en que el sisu se ha convertido en una especie de tópico o lugar común. "Por ejemplo, cuando Finlandia gana el campeonato mundial de hockey sobre hielo estamos orgullosos de tener sisu ," dice.
"Pero la mayor parte del tiempo el sisu no es importante, la gente joven ni siquiera se siente orgullosa de ser finlandesa ni de tener sisu , con frecuencia piensan que las cosas son mejores en el extranjero".
Exportación nórdica
Lahti enfatiza que muchas otras culturas tienen conceptos comparables al sisu finlandés : la " ganbaru " japonesa, que significa seguir adelante con tenacidad en tiempos difíciles.
En Reino Unido también existe la actitud del " stiff upper lip ", que hace referencia literal a una tensión del labio superior para no quejarse y guardar la compostura, algo de lo que los británicos se enorgullecen desde hace siglos.
Pero es el sisu el concepto que parece haber llamado más la atención en el extranjero. Eso quizás se deba a la idea extendida de que los países nórdicos guardan el secreto de la satisfacción personal.
Antes del sisu el mundo se enamoró de otro concepto nórdico exportable, la palabra danesa y noruega de " hygge ", que podría traducirse como una acogedora comodidad casera, y la sueca " lagom ", que hace referencia al equilibrio, la moderación y la simplicidad.
Mientras escribo esto otro pasatiempo finlandés amenaza con desplazar al sisu del foco de atención.
Se trata del concepto de ' kalsarikännit ', que significa emborracharse en casa en ropa interior . Ya existe un emoji para ilustrar este concepto.
A muchos les gusta pensar que estas maneras finlandesas de hacer las cosas podrían hacernos felices e independientes, algo que es cierto para muchos finlandeses.
Pero en realidad, es la inversión en las necesidades educativas y sociales de la población lo que hace que la gente se sienta más satisfecha con sus vidas.
El sisu claramente no es la única explicación para el éxito finlandés, pero Gustafsson está convencido de que el país no sería el mismo sin esa cualidad.
"Si no hubiera sido por el sisu , yo estaría hablándote en ruso", me dijo, en referencia al ataque soviético de 1939, cuando Finlandia se las arregló para preservar su independencia.
Vivas donde vivas, vale la pena recordar aún hoy ese mismo espíritu de resiliencia : "Los obstáculos más grandes están entre tus orejas, eso es lo que nos decimos a nosotros mismos".