Vivimos en un tiempo presente, pero el futuro ya está llamando a nuestra puerta. Somos los últimos hijos e hijas de un planeta que ya no puede seguir manteniéndonos a cualquier precio por más tiempo. Cada día que pasa, somos testigos de infinitas y nuevas calamidades provocadas por la terrible mano del hombre. Durante mucho tiempo, millones de personas prefirieron vivir engañadas, pero ahora ya no podemos permitirnos ese lujo.

Sin embargo, nuestra tarea es tan grande que puede resultar desalentadora. No sólo tenemos que curar las heridas de nuestro mundo, sino también cambiar radicalmente el modelo de sociedad que las ha creado para evitar provocar futuros males mayores. Nunca hemos sido perfectos, pero esa ya no es una excusa para no aceptar nuestras responsabilidades globales, porque el futuro ya está aquí y no va a esperar por nosotros.

Afortunadamente, iniciativas y proyectos como nuestra nueva nación, Asgardia, pueden ser el motor del cambio que necesitamos con tanta desesperación. Os confieso que por primera vez en mucho tiempo, me atrevo a tener esperanza y deseo que vosotros/as también la hayáis encontrado, puesto que sin ella no podremos hacer frente a la multitud de tareas que nos aguardan.

Nosotros/as somos la última oportunidad para hacer las cosas mejor.

Nosotros/as somos el futuro.