Quisiera cerrar los ojos e imaginar mi presente de la forma que yo quiero,
Pero lo que quiero es un deseo truncado de muchos y la realidad de pocos,
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Quisiera cerrar los ojos e imaginar mi presente de la forma que yo quiero,
Pero lo que quiero es un deseo truncado de muchos y la realidad de pocos,
En perspectiva, los más aventajados viven en sociedades que se dieron cuenta es mejor el bienestar colectivo al de pocos, o cuidar del bienestar de los pocos que cuidan del resto,
En realidad quisiera mi prójimo fuera de poca tolerancia, de carácter fuerte, verosímil, ajeno a la putrefacción del medio, devoto de su tierra y endulzado en el cotidiano aprender de la vida,
Quisiera impulsar mi sociedad hacia el desarrollo, pero el desarrollo es relativo, la mixtura cuerda de la bonanza y el equilibrio comercial, el guindón de la sociedad, dulce pero seco, que recuerda se debe comer con tino y muchas veces como parte de una receta,
Cierro mis ojos y me transporto a una sociedad prospera, pero al despertar me encuentro frente una inmensa roca, y veo a todos igual; con el mismo infortunio pero avanzando de a pocos; susurrando sobre cuánto pesa las rocas,
Y me pregunto, ¿Cuánto tiempo me tomará llegar a la cima si sigo empujando mi inmensa roca? Y me vuelvo a preguntar, ¿Por qué no simplemente dejamos las rocas de lado, o a cincelazos esculpimos algo que se dice artístico y seguimos de frente? Cierto –no todos tenemos la habilidad,
Y te pregunto, ¿Queréis empujar una roca? No creo nadie quiera el sobrepeso, pero el viacrucis los ha hecho insensibles y bestias de costumbre,
¡Despertad! Os digo, amigo, hombre de poca fe, criatura del universo, no sos una bestia de carga, ¡sos un hombre! Una vez más, nadie responde a mi reproche,
El suave masaje de los embusteros que se mecen en sus confortables hamacas los ha relajado, los que se llaman líderes, que no son más que falsos profetas, los que nos representan en su vanidad, en su júbilo por permanecer en la opulencia que compra tu voto de confianza,
Debemos alzar la voz y exigir que se mejore el medio con el sudor nuestro, dejar de atormentarnos con nuestras pesadas rocas y actuar, ser sigilosos pero recios en la manera de dar y quitar poder,
Empujar una roca es más que un ritual, es una costumbre y tradición, es folklore informal,
Yo te deseo que dejes la ceguera de la conformidad y abras los ojos, para que veas nuestras tremendas rocas, por eso al momento de elegir, que tu lápiz sea tu arma y tu pensar la varita mágica, para poder seguir avanzando,
Arrastremos nuestras rocas hasta donde podamos sin desfallecer, pero si estas exhausto –deja tu roca a un lado amigo y se fuerte, mira hacia el futuro con gallardía y auge. Dirígete hacia mejores suelos sin asfixiarte en el proceso, que con la venia de Dio, vos serás libre y te bendeciré y serás bendecido, puesto que no hay mejor futuro que el que nos inventemos y forjemos con nuestras propias manos,
~Danilo Avalos