Como ciudadanos del planeta, vemos el cielo en busca de respuestas, otras tantas para darnos cuenta de pequeños que somos en comparación a lo que se encuentra fuera de nuestra existencia mortal.
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Como ciudadanos del planeta, vemos el cielo en busca de respuestas, otras tantas para darnos cuenta de pequeños que somos en comparación a lo que se encuentra fuera de nuestra existencia mortal.
Sin embargo, como ciudadanos Asgardianos, ¿hacia dóndemos ver?
Estamos concientes de Que Existe Algo más allá del lugar de CONOCEMOS, Que No poseemos La Verdad y el Conocimiento absoluto, y qué tal vez, para nuestros Congéneres, NOSOTROS Seamos los Extraños.
Voltear al cielo, ya no debería ser más que un movimiento, muchas veces involuntario, sino que podría ser un lugar donde los aspiramos y llegar, nos hace saber que somos únicos, que no somos conformistas, que el cielo no es el límite, al contrario, es el comienzo de una nueva nación llena de hambre.
Hambre de conocimiento, respuestas y, porque no, de nuevas metas.
Somos una nación que no distingue la Nacionalidad, país o bandera.
Donde somos Miembros Que Buscan Paz.
¿Por qué llevar a cabo la guerra en la tierra, un lugar tan neutro como lo es el espacio?
¿Quien le ha dado el poder a los países de convertirlo en un basurero, en su tarea de exploración?
Seremos el reflejo de lo que ocurre en la tierra, y sin embargo, llegado el momento, cuando una inteligencia extraterrestre llegue a nosotros, ¿Quéremos realmente que vea nuestra humanidad real?
¿Que conozca nuestra forma de vida, como seres que, en busca de satisfacciones personales, sin duda en terminar con otras especies?
¿Estamos orgullosos de que somos seres que viven en este planeta?
Queremos ser una nación de paz, sí, pero hay que empezar a hacer, pequeños actos personales, que los demás sepan que somos Asgardianos comprometidos con la finalidad de nuestra nación.
A fin de cuentas, no conocemos la extensión y la profundidad del espacio, también sabe quién nos observa desde afuera.