In a twenty four hour cycleThe earth, like a top, will spinDay is where the s...
In a twenty four hour cycle
The earth, like a top, will spin
Day is where the sunshine falls
Night is where the light has been.
The earth goes on another trip
It circles round the sun
It takes a year to make one lap
Four seasons, and it's done.
Our seasons vary in their length
And in-ten-sity
With the height and distance from the poles
And influence of the sea.
For four and one half billion years
Mother earth she's hard to tame
Because the chosen route is round
Things change, but stay the same.
La vida es sobre dolor, por lo tanto el sentir dolor es la única...
La vida es sobre dolor, por lo tanto el sentir dolor es la única prueba de estar vivos…
Eran cerca de las 3 de la tarde, el sol irradiaba calidamente, el cielo lucia limpio y con tonalidades azul celeste. Carla miraba al jardín a través de los ventanales de la sala. Sostenía una taza de café con dos cucharadas de azúcar, en la mesita junto a la ventana reposaba media rebanada de pan tostado con mantequilla. Sus enormes ojos negros miraban profundamente las flores del napoleón sembrando al pie del muro. Cada parpadeo parecía acariciar la tranquila danza que comenzaba el viento con las flores blancas y rojas. Sus ojos miraban el napoleón, pero ella apenas se daba cuenta de esto. Su vista estaba observando hacia dentro, muy a dentro de ella, tratando de entrever un poco de claridad en todo aquel barullo de ideas y preocupaciones que habían formado una espesa telaraña en su cabeza.
Cada sorbo del caliente café era un esfuerzo más por tratar de atravesar el muro que oprimía su pecho durante las noches y la sumía durante un letargo en el día. Suspiro. Estaba cansada, había sido una semana larga, la conclusión de unos largos años.
Con cada minuto el café se enfriaba. La dorada luz de la tarde travesaba los cristales y chocaba contra su rostro, iluminando sus negros ojos hasta convertirlos en feroces carbones. De muy lejos le llego el rumor de risas y correteos, se sintió traslada al patio de su abuela. Cuando aun era una niña. Sus primos y primas, el olor de pan y pasteles recién orneados. El jugueteo y las risas comenzaron a llegar desde sus recuerdos hasta posarse en el plano presente.
Casi inconscientemente aparto su vista del jardín para llevarla hasta sus hijos. Corrían entre las sillas del comedor, rojas su mejillas y perladas sus frentes de sudor debido a la actividad. Reían, se perseguían por turnos, jalaban sus ropas y revolvían sus cabellos. Carla dejo escapar un leve suspiro que precedió a una pálida sonrisa. Atravesó la sala y se dirigió al comedor. Los niños corrieron hacia ella con alegría y la abrazaron escandalosamente; llenaron su rostro de besos y sudor; sus pequeños bracitos rodeaban su cuello y cintura. En ese momento Carla sintió algo muy caliente emergiendo de su pecho hacia su rostro. Un escozor en los ojos y la sensación de humedad que siempre preceden al llanto fueron suprimidas violentamente por una valiente sonrisa y un fuerte abrazo a sus hijos.
En su monedero solo quedaban 200 pesos. El banco había sido limpiado escrupulosamente por los gastos de entierro y el saldo de deudas. Y sin embargo no fue suficiente. Hubo que rematar la finca y los caballos que tanto adoraba Luis. Tan lejanas le parecían esas cosas ahora. Los carros, los viajes, las amistades e incluso los parientes. Todo se encontraba envuelto en una grisácea nebulosa de olvido, lo único que se conservaba intacto era la melancolía y el olor a pastel de zanahoria.
Es cierto que aun estaba la casa, pero su único enlace con el pasado, deshacerse de ella representaba romper con todo lo que había sido, y una parte de lo que era. No había mucho que hacer, pensar, pensar, pensar, esa actividad cansa y los resultados no siempre son prácticos.
Con algo de dificultad logro sentar a sus hijos en la mesa. Los observo un instante, el suficiente para darse cuenta de lo jóvenes y lindos que eran, tan despreocupados de sus problemas, pero tan llenos de amor para ella.
Para ellos el tiempo era solo otro de esos monótonos sucesos sin importancia relativa, pero para ella, era como una oleada de agua fría que encogía su alma con cada tic-tac del reloj. La hora de la merienda ya se aproximaba, en la cocina no quedaba gran cosa, aparte de unas cuantas verduras y rebanadas de pan, la refrigeradora solo enfriaba su propio aire y la despensera tenia mucho espacio para la lenta acumulación de polvo. No había mucho que hacer. No hay mucho que hacer se repetía ella.
Les dijo a los niños que fueran a sus cuartos y se arreglaran para salir. Los niños fueron corriendo y en un santiamén gritaban que estaban listos. Ella retoco un poco se maquillaje y tomo su monedero rojo. Salieron al a calle, la fresca brisa del atardecer elevo la energía de sus hijos, cada uno la tomo de la mano y la llevo casi a rastras por la calle. Ella reía con libertad y dulzura. Caminaron un rato, dieron un par de vueltas por el parque y compraron un par de helados de vainilla y chocolate. Al regreso, compraron tres hamburguesas y unas cuantas naranjas para preparar una bebida. Los niños reían felices, saltaban, corrían, besaban y abrazaban a su madre, mientras ella, trataba de ser feliz. No había mucho que hacer a parte de eso.
This is it
This is it
#!/bin/bash # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.za # ...
#!/bin/bash # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.za # # Yahi Aur! echo "Hello World!"
/** * Author: Quintin Beukes * Web: www.mosthighmountain.co.za * * Ya...
/** * Author: Quintin Beukes * Web: www.mosthighmountain.co.za * * Yahi Aur! */ console.log("Hello World!");
Psalm 91 1. He who dwells in the shelter of the Olyon will rest in the sha...
Psalm 91 1. He who dwells in the shelter of the Olyon will rest in the shadow of the Almighty. 2. I will say of the LORD, "He is my refuge and my fortress, my God, in whom I trust." 3. Surely he will save you from the fowler's snare and from the deadly pestilence. 4. He will cover you with his feathers, and under his wings you will find refuge; his faithfulness will be your shield and rampart. 5. You will not fear the terror of night, nor the arrow that flies by day, 6. nor the pestilence that stalks in the darkness, nor the plague that destroys at midday. 7. A thousand may fall at your side, ten thousand at your right hand, but it will not come near you. 8. You will only observe with your eyes and see the punishment of the wicked. 9. If you make the Most High your dwelling-- even the LORD, who is my refuge-- 10. then no harm will befall you, no disaster will come near your tent. 11. For he will command his angels concerning you to guard you in all your ways; 12. they will lift you up in their hands, so that you will not strike your foot against a stone. 13. You will tread upon the lion and the cobra; you will trample the great lion and the serpent. 14. "Because he loves me," says the LORD, "I will rescue him; I will protect him, for he acknowledges my name. 15. He will call upon me, and I will answer him; I will be with him in trouble, I will deliver him and honor him. 16. With long life will I satisfy him and show him my salvation."
#!/usr/bin/python # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.z...
#!/usr/bin/python # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.za # # Yahi Aur! print("Hello World!")
<?php /** * Author: Quintin Beukes * Web: www.mosthighmountain.co.za ...
<?php /** * Author: Quintin Beukes * Web: www.mosthighmountain.co.za * * Yahi Aur! */ echo("Hello World!\n"); ?>
#!/bin/bash # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.za # ...
#!/bin/bash # Author: Quintin Beukes # Web: www.mosthighmountain.co.za # # Yahi Aur! echo "Hello World!"