Hola queridos lectores, les quiero compartir algo que estaba guardado en mi alma, es tiempo de liberarlo, de hacerle salir; si por mi fuera se quedará conmigo para que no lastime ni traiga nostalgia a quienes estuvieron cerca y/o  se identifican con algunas de estas letras y las palabras que forman.
En nuestro paso breve por la tierra, conocemos personas que logran impactar en nosotros por diversas razones, de algunos  impacta además las cosas que le acontecen. Quiero contarles  las cosas positivas también, pero no ahora. Por favor entiendan.
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 Kirnia, una rosa de otro nombre, su apodo también era flor; una joven sin mensura, apuesta, hermosa, me cambió la vida, llegó más que al corazón, se quedó en mí. La vi danzar en la torre, eran tres chicas; ella y otras dos princesas se robaban el show en la pista, los demás prestando atención ... movimientos sexys sensuales, bailes de ritmo tropical, nos divertíamos así algunas noches y otras tantas veces, yo mirando; era luna para todos, brillante como el sol, gentil cariñosa, buena amiga, linda persona. Oriunda de la perla del sur, cuarto bate, que mujer! Piel india, Mulata, cuerpo perfecto, talla exacta. Labios gruesos, delgada más no flaca, lindo pelo, ojos tiernos, sonrisa amplía, que doctora, que muchacha. Un día nos dejó, quisimos detenerla y no pudimos, ella quería quedarse, tuvimos que verla partir. Era tan joven, tan llena de sueños, incitaba a la paz y al amor, maldigo el Cáncer!
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Nestor, mi amado Ismael, transmisor de alegrías y esperanzas, mi ejemplo de niño, mi confianza, mi hermano de otra madre muy mía, Mi mejor amigo, mi aliado, cofrade. Tus 20 años  de prisa llegaron (así pasa a cualquier quisque, no es nada raro) venían con sueños, con chicas, regalos, con besos, con planes, lo inaudito es que se frenen y sucedió. Si!, nos pasó, al darme cuenta quise despertar, no era un sueño, era una realidad diferente a la esperada, una triste donde lloraron mi alma y mi ser., te fuiste mi amado Ismael. Se detuvo mi mundo, es una de las cosas de las que no se escapa. Me convertí en hombre y sigo pensando en ti; te extrañamos, lamentamos mucho que no estés.