Turquía se encuentra en estado de shock después de iniciar 2017 con un nuevo atentado que dejó al menos 39 muertos y 69 heridos. En la madrugada del domingo un atacante, aún a la fuga al cierre de esta edición, accedió a la exclusiva sala de fiestas Reina, en la orilla europea del Bósforo, y ametralló a bocajarro a los más de 500 asistentes de la élite secular que celebraban la llegada del nuevo año. Ningún grupo ha asumido hasta el momento el vigésimo ataque que sufre el país en un año. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que se trata de un nuevo embate terrorista contra su país.